Conoce la dramática historia de las primas olvidadas de la reina de Inglaterra
Las hermanas Katherine y Nerissa Bowes-Lyon, primas de la reina Isabel II, aparecían como fallecidas en el libro Burke’s Peerage, que registra la genealogía de las familias reales de Gran Bretaña e Irlanda, pero fue la prensa, quien en 1987, develó que estás parientes estaban vivas y permanecieron recluidas por décadas en una institución para personas discapacitadas.
La especulación no se hizo esperar, se dijo que las mantuvieron escondidas para que no se relacionara a la Casa de Windsor con una enfermedad mental y que la reina ascendiera sin ninguna mancha al trono. Pero algo que no se puede olvidar es que históricamente la realeza realizaba matrimonios entre familiares para dar continuidad al linaje, esto causó que muchos descendientes presentasen discapacidades intelectuales, enfermedades y muertes prematuras.
Fue la serie de Netflix, The Crown, la que revivió esta historia de las primas secretas de la reina en su cuarta temporada. Ellas eran sobrinas de Elizabeth Bowes-Lyon, la reina madre, es decir hijas del tío de Isabel II y su esposa Fenella Hepburn-Stuart-Forbes-Trefusis, quien al parecer llevaba en su genética el factor que desencadenó que sus hijas fueran diagnosticadas desde temprana edad como retrasadas mentales. La pareja tuvo más descendencia, una hija mayor, llamada Patricia, que dos niñas más que no presentaron las enfermedades de sus hermanas.
La serie que ha sacado a la luz todos los trapos sucios de la familia real británica, no dejó fuera esta trágica historia, usando el personaje de la princesa Margarita para desentrañar esta verdad oculta. La hermana de la reina es quien, dentro de su búsqueda por dar una razón a su compleja salud mental la que quiso vincular a un factor genético, encuentra a estas primas olvidadas.
La historia indica que, fuera de la ficción, la familia real la única declaración que hizo fue: “No tenemos ningún comentario al respecto. Es un asunto de la familia Bowes-Lyon”.
