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Joven denuncia que fue violada por un policía que impartía clases en una academia particular en Quito

miércoles, 5 octubre 2022 - 19:37
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Esperanza (nombre protegido) apenas había terminado el colegio y como toda joven, no estaba segura de qué carrera seguir. Le gustaba la criminología, así que entró a un centro de preparación policial y militar que había cerca de su casa en Carapungo, norte de Quito. Pero nunca imaginó que sufriría una violación por parte de un policía, que daba clases en la entidad privada. La defensa del uniformado rechaza las acusaciones. Este caso se suma a otros que han salido a luz tras el femicidio de María Belén Bernal.

La joven, que tenía 17 años, no llevaba ni una semana en el centro de acondicionamiento, en el cual impartían clases policías. Recuerda que el 26 de octubre del 2021, los estudiantes fueron trasladados a una piscina cerca a la academia para practicar natación. Ella tenía una ampolla grande en su pie izquierdo, así que no iba a realizar esa actividad.

Esperanza se sentó en una silla mientras los demás se formaban, entonces el acusado le pidió que lo acompañara. “Me dijo acompáñeme a mi casa a ver una pantaloneta, pero con la voz súper fuerte como si fuera una obligación”, recordó la víctima.

Mientras caminaban, Cristian V. le decía que ella podría ser su asistente para vigilar a los demás estudiantes e incluso que podría ayudarle a pagar la mitad de la pensión del curso.

HABRÍA SIDO VIOLADA EN LA CASA DEL POLICÍA

Al llegar a la casa del uniformado, la mujer comenta que saludó con varios familiares del policía. Subieron al tercer piso. “Él entró al departamento y me dijo: Pase, no va a pasar nada”. Ahí ocurrió la violación, según denuncia la joven.

Esperanza intentó salir por la ventana, gritó porque sabía que había gente abajo, pero nada de esto fue suficiente. “Gritaba con todas mis fuerzas que me ayuden. Le dije: Esto lo va a saber todo el mundo, lo voy a denunciar. Y él me dijo: Qué vas a hacer tú si yo soy policía”.

La joven regresó a la piscina llorando. El policía ordenó que empezara el entrenamiento. Esperanza menciona que quería contar lo que le pasó a sus compañeras, pero desistió porque pensaba que no la iban a entender.

Al terminar las clases, el uniformado se ofreció a trasladar a algunos estudiantes en su vehículo. Mientras viajaban, la chica indica que se sintió amenazada por indirectas que decía el agente contra ella.

En medio del camino, el acusado habría parado en una farmacia para comprar unas pastillas y un energizante. Cuando llegaron a la academia, el policía le habría obligado a tomar el fármaco en uno de los baños.

Esperanza recuerda que temía contar lo sucedido a su familia, pero ese mismo día relató a su mejor amigo que fue violada.

Tras enterarse, la madre llamó a la Policía para intentar aprehender al uniformado en flagrancia, pero este ya no estaba en su casa. Por lo tanto, procedieron a hacer la pericia ginecológica para obtener evidencia y poner la denuncia.

La familia se cambió de casa porque la academia estaba a pocos pasos de la vivienda de la víctima, según manifiesta Esperanza. Agrega que le cuesta salir sola a la calle y siempre que ve un policía parecido a su atacante le genera miedo y ataques de ansiedad.

PROCESO JUDICIAL LENTO

La defensa de la víctima dijo a Vistazo que el caso continúa en investigación previa, pese a que ya casi se cumple un año del supuesto delito.

“La Fiscalía ha sido muy lenta en procesar este expediente. Nosotros estamos insistiendo en que se hagan las diligencias, pero se ha trabado porque el policía presentó dos veces un listado de testigos. En las dos ocasiones que los llamaron a declarar no han ido”, dijo la jurista Johanna Orbe.

Ahora esperan que la Fiscalía de Género de Calderón formule cargos y ordene prisión preventiva contra el agente. La abogada también asegura que puso una denuncia en asuntos internos de la Policía, pero les contestaron que no podían hacer nada porque había pasado mucho tiempo. El acusado sigue ejerciendo sus actividades como agente en el área jurídica.

“Por otro lado, la academia no está avalada por ningún lado, lo único que tienen es un RUC. No hay regulación de ninguna institución que les permita hacer este tipo de actividades, teniendo en cuenta que ellos utilizan gases lacrimógenos, les enseñan a utilizar armas, pero nadie regula este tipo de centros de capacitación y siguen funcionando”, recalca Orbe.

$!La defensa de la joven pide a la Fiscalía de Género de Calderón que actúe y formule cargos a este individuo que sigue siendo parte de las filas policiales.


RESPUESTA DEL ACUSADO

Erick Huilca, abogado del uniformado denunciado por violación, señaló que la acusación contra su defendido “tiene un sinnúmero de incongruencias y contradicciones”.

Se fundamenta en tres elementos principales. Huilca menciona que el examen médico-legal practicado a la joven no tiene relación con el cometimiento del hecho denunciado.

“Se determinó que no existe ningún tipo de desgarro, que no existe ningún tipo de lesión en la zona donde ella habría sido víctima de la violación. No existe, no hay materialidad”.

Además, el jurista señala que algunas personas vieron que la joven llegó sin ningún síntoma de que haya sido violentada y que incluso ella habría pedido al policía que la traslade del colegio hacia la academia.

Agrega que su representado recibió una oferta para abandonar la denuncia a cambio de dinero por parte de la madre de la chica. “Le hicieron un requerimiento de hasta 15 mil dólares, por lo cual él se negó y el tema ha estado ahí”.

Huilca también aclaró que el uniformado no es propietario ni representante de la academia y que acudía cuando no se encontraba en servicio. El dueño de la academia es el primo del acusado, quien habría presentado ante Fiscalía los documentos habilitantes para que funcione su institución.

Ante las declaraciones, Johanna Orbe, abogada de la víctima, contestó: “Si está corroborada la existencia del acto sexual, de lo contrario no hubiera investigación. El examen médico dice que sí hay violación”.

En cuanto al supuesto chantaje que habría recibido el policía, la jurista recalca que es mentira y que no hay pruebas que avalen las aseveraciones de la defensa del acusado.

OTROS CASOS

Luego de la conmoción nacional que causó el femicidio de la abogada María Belén Bernal, cuyo principal implicado es su esposo; algunas víctimas han decidido contar sus historias de violencia en las que están involucrados uniformados.

Según reportó la cadena Ecuavisa, en la Armada se investiga un caso de violencia de género. Una fiesta de cumpleaños terminó en agresiones en contra de una tripulante el pasado 1 de julio en el departamento de talento humano de la base naval sur de Guayaquil. Mientras que en FM Mundo, una joven denunció que en el 2017 fue violada en un cuartel militar.

Por su parte, el comandante de la Policía, Fausto Salinas, expuso en la Asamblea que en el 2021 se registraron al interior de Policía Nacional 83 casos de violencia intrafamiliar por parte de policías y en 2022 suman 63.

Lea también: Madre de María Belén Bernal critica cierre simbólico del edificio de la Policía; Lasso dice que será demolido

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