Empresario ecuatoriano sentenciado por acoso sexual, amenazas y hostigamiento a trabajadora
La mañana de este 5 de abril, se anunció que el Tribunal de Garantías Penales de Chimborazo declaró culpable de acoso sexual a Fernando G.B, hacia una mujer que trabajaba en su empresa. El hombre fue sentenciado a un año de prisión y un pago de 3 mil dólares para reparación integral de la víctima.
Como pruebas la Fiscalía General del Estado (FGE) presentó los informes psicológicos y psiquiátricos de la víctima y testimonios que demuestran un estado grave de salud mental en la mujer.
EL CASO
En el 2017, la gerente de las empresas del hoy sentenciado empezó a recibir tratos de carácter sexual. Los actos empezaron como abrazos fuertes en los que Fernando G.B intentaba alcanzar los pechos de la mujer. También tocaba sus piernas y tenía intenciones de hacer lo mismo con sus partes íntimas, hasta que un día el agresor le dijo que tuvieran relaciones sexuales “para sacarle el estrés”.
Debido al ambiente laboral intimidatorio, la víctima decidió renunciar y tiempo después consiguió un nuevo trabajo en el sector público, pero su exjefe continuó acosándola.
El hombre, quien además era propietario del espacio físico en el que están las oficinas públicas, solicitó a los nuevos jefes de la víctima que la despidieran y les amenazó con dar por terminado su contrato de arrendamiento si no hacían lo que pedían.
La mujer, entonces, fue despedida por segunda ocasión.
De acuerdo a los exámenes psicológicos de la Fiscalía, la víctima aún presenta ideas autolíticas por el hostigamiento recibido.
El acoso sexual está tipificado en el artículo 166 del Código Integral Penal (COIP) y su pena es de uno a tres años de privación de la libertad. Si la víctima es menor de edad o posee discapacidad, la condena aumenta de tres a cinco años de prisión.
En Ecuador siete de cada 10 mujeres viven alguna violencia en el espacio público y privado.
