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El reconocimiento del genocidio armenio, advertencia de EEUU a Turquía

miércoles, 30 octubre 2019 - 01:04
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El reconocimiento del genocidio armenio por parte del Congreso estadounidense puede complicar la posición geopolítica de Turquía, cada vez más aislada internacionalmente, pues supone una clara advertencia a Ankara.
 
Así lo explica el politólogo Rashit Kaya tras resaltar que el aplastante voto a la resolución en la Cámara de Representantes el miércoles (405 a favor y 11 en contra) se logró solo horas después de una votación muy similar (403/16) que pedía imponer sanciones a altos cargos turcos y bloquear la venta de armas a Ankara.
 
"Es obvio que Estados Unidos está mostrando un palo a Turquía, a la vez que intenta comportarse como si mantuviera la relación estratégica de alianza militar", indicó Kaya en una conversación telefónica.
 
Para el experto, el apoyo bipartidista a ambas votaciones indica que esta vez la resolución referida al genocidio contra los armenios de 1915 va más allá de una cuestión de política interna de Estados Unidos y tiene una segunda lectura de implicaciones geopolíticas.
 
La primera reacción de Turquía ha sido un comunicado del Ministerio de Exteriores que tilda la resolución de "redactada y emitida para consumo interno".
 
De hecho, se inscribe en el histórico cortejo de los políticos estadounidenses a la comunidad armenia de EEUU.
 
"Antes de unas elecciones en EEUU, como mensaje a un colectivo de posibles votantes, siempre se saca el tema del genocidio armenio. Esto es una rutina", coincide Kaya.
 
No obstante, es la primera vez que el Congreso estadounidense ha procedido a reconocerlo.
 
Además, junto a la votación de las sanciones a Turquía en castigo por la operación militar contra las milicias kurdas en el noreste de Siria, "la segunda lectura debería tomarse muy en serio", opina el profesor.
 
La medida "va más allá del ámbito de la relación bilateral", agrega.
 
El Gobierno turco ha mantenido en las últimas semanas un discurso beligerante frente a EEUU, pese a recibir de su presidente, Donald Trump, el visto bueno a la invasión turca lanzada el 9 de octubre en el noreste de Siria, una zona que estaba hasta entonces controlada por las milicias kurdosirias Unidades de Protección del Pueblo (YPG).
 
Las YPG fueron aliadas de Washington en la guerra contra el grupo yihadista Estado Islámico, pero Ankara las considera "terroristas" por sus vínculos con la guerrilla kurda de Turquía, el proscrito Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK), y ha prometido "erradicarlas" con la operación militar apodada "Fuente de paz".
 
En su nota de rechazo a la resolución sobre el genocidio, el Ministerio de Exteriores turco relaciona ambos temas, al señalar que "quienes se sintieron derrotados por no poder evitar la operación 'Fuente de paz' se equivocan mucho si piensan que se pueden vengar de esta manera".
 
Pero la decisión de los legisladores estadounidenses puede ser un paso más en el aislamiento de Turquía en el concierto geopolítico, ya que la operación en Siria ha ahondado incluso las diferencias entre Ankara y los países árabes del Golfo que, a excepción de Catar, ya muestran posturas claramente antiturcas.
 
Depende ahora de la reacción del Gobierno turco y de los próximos pasos que dé en Siria si el gesto doble de la Cámara de Representantes estadounidense se queda en una mera advertencia sin consecuencias reales o si se convierte en el pistoletazo de salida de un frente geopolítico cada vez más unido contra Turquía.
 
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, se ha mostrado muy confiado en la fuerza de Turquía como actor geopolítico ineludible y ha rechazado todo temor a posibles sanciones, pero en estos momentos el único respaldo rotundo con el que puede contar es el de Vladímir Putin, el presidente de Rusia.
 
Y no se puede olvidar que precisamente en Siria, pese a las buenas palabras entre ambos líderes la semana pasada en la conferencia de Sochi, Putin apoya al régimen de Bachar al Asad, mientras que Turquía se halla en el otro bando.
 
Erdogan reaccionó hoy poniendo en tela de juicio la tradicional alianza entre EEUU y su país, los dos socios de la OTAN con los mayores ejércitos.
 
"El hecho de que Estados Unidos esté dando estos pasos nos hace cuestionar nuestra alianza", dijo, y avanzó que el Parlamento turco "dará la respuesta adecuada" a Washington. 

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