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Las redes sociales, un espacio para la batalla electoral

viernes, 21 abril 2017 - 10:42
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Ecuador acaba de experimentar la primera campaña electoral en la que jugaron un papel intenso las redes sociales, y fue una campaña sucia. De los 12,8 millones de electores, 4,4 millones tienen un celular inteligente, según el INEC. Ya hay 10,5 millones de usuarios de Facebook en el país. La mitad de los votantes en esta elección tienen menos de 35 años y de estos, el 65 por ciento ya usa Facebook como principal fuente de información.
 
Dado este escenario, era vital para ganar votos dominar la imagen de los candidatos en las redes. El equipo que manejó la campaña del binomio oficialista Lenín Moreno y Jorge Glas, y que contó con amplificación de todas las cuentas en redes sociales del gobierno, logró asociar las palabras “feriado bancario” al candidato Guillermo Lasso. Así lo constata un informe elaborado por Advance Consultora y Nethodolo.gy, firma española especializada en análisis de la reputación online. El estudio recoge y analiza las menciones sobre los dos candidatos de segunda vuelta publicadas en Ecuador a través de diarios online, blogs y Twitter.
 
Los términos que se asocian a Lenín Moreno son “presidente”, “administración”, aunque también se menciona “gobierno corrupto”. Además de “feriado bancario”, otros términos relacionados con Lasso son “banquero”, y también “gobierno” y “presidente”. Lasso acapara el 55 por ciento de las menciones en redes sociales, pero de estas el 46 por ciento son negativas. Los comentarios negativos sobre Moreno son, en cambio, solo 34 por ciento. El balance del ‘sentimiento sobre los candidatos’ resultó más favorable para Lenín Moreno. Esto quiere decir que Lasso recibió más ataques en redes sociales, y que dejaron huella. Fue una batalla desigual. En Twitter y Facebook el gobierno maneja más de 100 cuentas oficiales, entre ministerios, secretarías, enlaces de medios públicos, cuentas de campañas temporales (como @DecadaGanadaEc); si a esto se añaden las cuentas de asambleístas y demás funcionarios del régimen, la ola de expansión de un mensaje alcanza proporciones gigantes. Los “usuarios más retuiteados” de todas estas cuentas son el presidente Rafael Correa @mashirafael (tres millones de seguidores) y @presidencia_ec (1,4 millones de seguidores).
 
 
Además de esto, están las “granjas de retuits” o “troll centers” explica Christian Espinosa, director de la consultora Cobertura Digital. “Es gente de carne y hueso, contratada para hacer que se expandan los mensajes en redes sociales, todo político los usa”. Viral Sin embargo, el objetivo de una campaña en redes es marcar la agenda de los medios y de la conversación de los ecuatorianos, dice Espinosa. Y en esta elección, lo que dominó el interés del público fue la campaña paralela, con denuncias de detractores del régimen como Carlos Pareja Yannuzzelli (Capaya) y Pedro Delgado, que se publicaron en Twitter y lograron colarse en los celulares de los ecuatorianos. “Cuando en el chat de WhatsApp del trabajo, de amigos, de la familia, te comparten el mismo video, entonces marca la conversación. La gente se mueve por emociones y la ira es más viral. Por eso la campaña sucia se comparte con facilidad”. “Lo que más popularizó a #CapayaLeaks fue la campaña de suspenso, la publicación periódica y sistemática de episodios y la creación de expectativa”, opina el español Antoni Gutiérrez-Rubí, asesor en Comunicación Política. La reacción del Gobierno contribuyó a que los videos se vuelvan virales. Cuando las revelaciones de Capaya llevaban una semana circulando sin dar tregua, el 9 de febrero el Presidente publicó en su cuenta de Twitter un intercambio de correos para que “vean como miente este pobre hombre”.
 
 
La información resulta comprometedora para el propio Presidente. En el e-mail Pareja le pide clemencia y el Mandatario le promete su apoyo para que no termine en la cárcel por la investigación de la Asamblea Nacional sobre la red de corrupción de Petroecuador. “La Asamblea no te puede meter preso, y no veo por qué. En eso tienes todo mi respaldo”, le escribió Correa a Pareja.
“La respuesta de Rafael Correa, aunque necesaria y esperable, puede haber aumentado la popularidad de los #CapayaLeaks”, dice Gutiérrez-Rubí. “La gente en las redes busca ver a la persona, no quiere ver al candidato”, explica Espinosa, y en este sentido, los analistas destacan la empatía que generó Dalo Bucaram, quien eligió Facebook Live, un servicio lanzado este año, para transmitir una denuncia de corrupción en la venta de petróleo. ¿Otros aciertos? “Destacaría el uso de Facebook de Guillermo Lasso: las sesiones de preguntas abiertas #YoPregunto, los videos animados, los recursos humorísticos como el video del perro. Fue el más original”, dice Gutiérrez-Rubí. “Diría que Lenín trabajó mejor Twitter”.
 
 
La posverdad
 
“Esta campaña se ha tomado franjas en redes sociales parecidas a las de la televisión, eso no pasaba antes”, dice Espinosa. Las denuncias se publican en Twitter o Facebook después de las ocho de la noche, horario estelar. Muchas tienden a ser noticias falsas que se comparten sin verificar.
 
“Hubo un nivel de desinformación nunca antes vista en una campaña”.  ¿Tal vez le llegó un video de un hospital estatal recién inaugurado inundado por las lluvias? Falso. ¿Un video editado en que Guillermo Lasso dice que va a recortar salud, educación, seguridad y fuerzas armadas? Falso. ¿Un anuncio del Banco Central que indica que los sueldos se pagarán en dinero electrónico? Falso. Es lo que se ha denominado la ‘posverdad’, aclara Gutiérrez-Rubí, cuando los hechos objetivos importan menos para formarse una opinión que las creencias personales y las emociones. “La proliferación de noticias falsas es posible porque los usuarios prefieren reforzar las opiniones que ya tienen y buscan información que confirme o refuerce estas creencias. Nos resulta más fácil y cómodo leer, buscar y compartir noticias que apoyan lo que creemos que hacerlo con una noticia que cuestiona lo que pensamos”.
 
Ahora, ¿qué tanto representa lo que se comparte en redes sociales la realidad de todo el Ecuador? Juan Pablo del Alcázar, consultor de Marketing, dice que la penetración digital se concentra más en el área urbana, donde el 64 por ciento de la población usa Internet según datos del INEC, frente a un 38 por ciento en el área rural. Según un estudio de Del Alcázar, el 70 por ciento de las búsquedas de nombres y términos relacionados a candidatos presidenciales en Google en esta elección se realizaron en Pichincha y Guayas.
 
El 48 por ciento de búsquedas relacionadas a candidatos se hizo desde dispositivos móviles. “Los candidatos se centraron en las ciudades principales pero descuidaron las provincias”, dice Del Alcázar, hoy en día es posible generar campañas específicas para zonas distintas. Además, la estrategia se concentró en promocionar contenidos en redes sociales y se descuidó la actualización de las páginas webs de los candidatos. “El desmentido de las noticias falsas lo pueden generar los candidatos en sus páginas webs, no solo en sus redes. Cuando la elección se decide por unos miles de votos, las estrategias webs son vitales”.
 

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