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Markle aportará modernidad pero tendrá que adaptarse

sábado, 2 diciembre 2017 - 03:20
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La futura esposa del príncipe Enrique de Inglaterra, la actriz estadounidense Meghan Markle, aportará aire fresco a la familia real británica pero ambos tendrán que hacer un esfuerzo de adaptación.
 
La reina Isabel II encabezó las felicitaciones esta semana cuando se anunció que su nieto iba a casarse con la actriz estadounidense de 36 años de edad, feminista, mestiza y divorciada. 
 
Los comentaristas saludaron el enlace como una señal de que la monarquía está a la altura de un Reino Unido cada vez más multinacional, étnicamente diverso, estimando que ella supone un soplo de aire fresco para una institución envejecida. 
 
Pero muchos recordaron que la madre de Enrique, Diana, fue festejada en términos similares cuando se casó con el heredero al trono, el príncipe Carlos, y esa relación no terminó bien. 
 
"¿Podría Meghan acabar igualmente aplastada o se le dará oxígeno para florecer? Es un examen que la institución no puede permitirse suspender", escribió un comentarista en el Daily Telegraph. 
 
El mismo cronista sugirió que si Carlos acaba subiendo al trono debería contar con su nuera "como una arma valiosa para abogar por una monarquía del siglo XXI. Que difícil es ahora acusarles de vivir fuera de la realidad". 
 
'Un paso muy valiente'
 
Markle ha dicho que está lista para el "siguiente capítulo" después de renunciar a su trabajo en la serie de televisión estadounidense "Suits" para casarse con Enrique y mudarse al Reino Unido. 
 
"Creo que está dando un paso muy valiente", dijo a la AFP Penny Junor, biógrafa real. 
 
"Está renunciando a la cantidad fantástica de trabajo hecho en todos estos años. No tengo ni idea de si encontrará la vida en la realeza restrictiva, aburrida o repetitiva, porque puede serlo", estimó Junor.
 
"Espero que no se sienta cercada y enjaulada", añadió. 
 
Pero Markle es muy diferente a Diana: es mayor, se casó ya una vez, ha tenido una carrera profesional y viajó por el mundo como representante de la Agencia de las Mujeres de la ONU. 
 
Markle renunciará a su rol en la ONU, pero probablemente continuará con las actividades humanitarias, en línea con la atención que la familia real presta a las obras de caridad. 
 
Su interés por la igualdad de géneros la llevó a veces a terrernos políticos, como cuando describió al presidente estadounidense Donald Trump como "misógino", antes de que fuera elegido. 
 
En este sentido, tendrá que ser más cuidadosa ahora que es parte de la familia real, a la que sus propios miembros suelen referirse como "La Firma". 
 
"Si te unes a La Firma, tienes que atenerte a sus reglas. Ahí es donde Diana empezó a ir un poco mal", dijo Junor. 
 
"Está bien que tenga principios firmes, pero expresarlos públicamente no está exento de riesgos", escribió un comentarista en el tabloide The Sun. 
 
"Podría encontrarse con el rechazo del público, y potencialmente incluso el de los políticos, si entra en terrenos políticos delicados", agregó. 
 
'Siempre en equipo'
 
La monarquía también ha cambiado desde los días de Diana y su cuñada Sara Ferguson, que también tuvo dificultades cuando se casó con el príncipe Andrés y acabó también divorciándose.
 
Enrique y su hermano mayor Guillermo han forjado un camino diferente al de su padre Carlos, adoptando una actitud más informal hacia los deberes reales y manteniendo una vida privada de aspecto normal. 
 
Ambos tienen una clara conciencia de las dificultades que vivió su madre, y Enrique ha dejado claro que entiende las presiones que recaerán sobre su prometida. 
 
"Es un gran problema. No es fácil para nadie. Pero en definitiva, ella me escoge y yo la escojo. Y, sea lo que sea lo que tengamos que afrontar, juntos o individualmente, estaremos siempre formando equipo".

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