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Salud reproductiva: De la abstinencia a la contracepción

lunes, 15 mayo 2017 - 05:47
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A dos meses de terminar su período, el gobierno ecuatoriano presentó un cambio de estrategia en la prevención del embarazo no deseado y las enfermedades de transmisión sexual. De los valores católicos y la castidad que se venían promoviendo desde 2014, se pasa ahora a un proyecto avalado por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA). El Plan Nacional de Salud Sexual y Salud Reproductiva 2017–2021, lanzado en marzo por el Ministerio de Salud es la nueva política de Estado en planifcación familiar y anticoncepción.
 
El plan constituye un intento por frenar el incremento en el índice de embarazo en adolescentes. En 2010, el 20 por ciento de los partos en el país eran de madres menores de 19 años, en 2015 fue de 21,4 por ciento, según el INEC. En total, casi el 30 por ciento de los “eventos obstétricos” que registra el sistema de salud pública, como partos, cesáreas y atención por complicaciones de abortos, corresponden a adolescentes. “Si analizamos las altas tasas de embarazo en adolescentes que afronta nuestro país, dos de cada tres adolescentes entre 15 y 19 años, sin educación, son madres o están embarazadas por primera vez. La probabilidad de ser madre en esta etapa aumenta entre las mujeres pertenecientes a los grupos de mayor pobreza y sin protección”, indica el nuevo plan.
 
Este giro de timón llega después de un duro informe emitido por el UNFPA a fnes del año pasado, que indica que el presidente Rafael Correa decidió reorientar los programas de prevención del embarazo adolescente hacia “uno denominado Plan Familia, con una fuerte inclinación conservadora y orientado a resaltar ‘valores’… Lo que constituye uno de los retrocesos más sensibles en los Derechos Sexuales y Reproductivos de la región”.
 
Como directora del Plan Familia estuvo Mónica Hernández, asesora del Presidente en temas de adolescencia. Sin embargo, como aclara el Ministerio de Salud en un comunicado, el nuevo plan no se limita al embarazo adolescente, sino que busca ampliar la cobertura de salud sexual y reproductiva para enfrentar problemas crónicos como “la mortalidad materna, la demanda insatisfecha de métodos anticonceptivos, el incremento de infecciones de transmisión sexual incluido VIH/SIDA, los cánceres relacionados al aparato reproductivo de hombres y mujeres…”, entre otros. En Ecuador el 49 por ciento de las mujeres en edad reproductiva (12 a 49 años) no utiliza ninguna método anticonceptivo y más de la mitad de los embarazos no son planificados.
 
Avanzamos
Esta nueva estrategia “es un avance importante” dice Virginia Gómez de la Torre, vocera del Frente Ecuatoriano de Defensa de los Derechos Sexuales y Reproductivos. Esta ginecóloga fue una de las profesionales que aportó a la creación del hoy cancelado ENIPLA (Estrategia Nacional Intersectorial de Planificación Familiar y Prevención del Embarazo en Adolescentes) que funcionó entre 2011 y 2014. La entonces ministra de Desarrollo Social, Doris Solis, hoy asambleísta electa por Alianza PAIS, anunció la meta de reducir el embarazo adolescente en un 25 por ciento en dos años para lo que se destinaría casi 60 millones de dólares.
 
Se instalaron 2.000 dispensadores de condones, se capacitó a unos 20 mil profesionales de la salud para la asesoría y entrega de métodos anticonceptivos, se encargó la producción material informativo y videos sobre educación sexual y se habilitó la línea telefónica gratuita ‘Habla serio, sexualidad sin misterios’. Sin embargo, en diciembre de 2014, el presidente Correa calificó ese proyecto de “hedonista”, lo canceló por decreto y lanzó el Plan Nacional de Fortalecimiento de la Familia, cuya misión es disminuir la incidencia del embarazo adolescente mediante estrategias “para recuperar el rol protagónico de la familia”.
 
El Enipla se “basaba en el hedonismo más puro y más vacío: el placer por el placer. Ahora la estrategia se fundamenta en valores”, dijo el Presidente. Cuando se puso en vigencia Plan familia los Servicios de Atención Diferenciada para Adolescentes que funcionaban en los centros de salud se cancelaron. Muchas jóvenes han tenido que escuchar una “orientación en valores” para acceder a la “píldora del día después”, a otras les han recordado que la planificación familiar debe ser “una labor de pareja”. Las trabas hacen que mujeres como Rocío Maji, de 20 años, desistan de acudir al sistema de salud pública por anticonceptivos.
 
Rocío quedó embarazada a los 16 años y abandonó el colegio, hoy vende periódicos en el centro de Guayaquil con sus dos hijas, de tres años y ocho meses. No quiere tener más bebés y por eso toma un anticonceptivo inhibidor de la ovulación. Las pastillas cuestan seis dólares y admite que no siempre puede comprarlas. Un embarazo en la adolescencia cuesta al menos dos años de escolaridad y el 50 por ciento de las niñas madres nunca se reintegran al colegio.
 
 
¿Y el Plan Familia?
 
Ecuador ha dado tumbos en este tema, aplicando planes inconstantes, recuerda la doctora Alexandra Correa, ginecóloga de Aprofe, un centro médico privado que ha promovido la contracepción como servicio social. “Recién en el año 2006 el Ecuador hizo su primer plan de acción integral de salud sexual y reproductiva y en 2008 se empezó a implementar. Tuvimos la Ley de Sexualidad de Amor, luego el Enipla, luego el Plan Familia y ahora este nuevo plan que ojalá se gestione”.
 
La doctora Gómez de la Torre asegura que “hay mucha gente en el Ministerio de Salud y de Educación que no está de acuerdo con Plan Familia porque plantea trabajar con valores y no en base a la evidencia científca. El presidente Correa tiene una posición religiosa, que es muy respetable, pero estamos en un país laico, las creencias religiosas deben estar bien alejadas de las políticas públicas”. “Pero para que esto funcione tendría que eliminarse el Plan Familia, porque van a colisionar”. El Plan Familia no ha sido cancelado, aunque tiene presupuesto hasta fnes de este año.
 
El Ministerio de Salud indica que el nuevo plan “contribuirá a la disminución de las tasas de embarazo adolescente, aunque no es posible cuantifcar la reducción ni se ha propuesto una meta en ese sentido” tomando en consideración que el abordaje de esta problemática “está siendo liderado por otra instancia del Estado”.
 
Para concretar este plan, además, se necesitará un presupuesto importante y eso depende del siguiente gobierno. “La inversión realizada en métodos anticonceptivos por parte del MSP se ha mantenido en cinco millones de dólares desde el año 2011, por lo cual es indispensable que esta inversión sea acorde a las necesidades en planifcación familiar y anticoncepción de la población objetivo”, indica el documento.
 
 
Para anticonceptivos, el nuevo plan propone un presupuesto de siete millones este año, que va aumentando progresivamente hasta llegar a 45 millones en el 2021. Para prevenir y detectar el VIH se necesitarán unos 17 millones al año. Consultado sobre este tema, en enero, en una entrevista con Vistazo, el presidente electo Lenín Moreno, dijo estar a favor de la “educación sexual con anticonceptivos porque la mujer debe tener ese derecho por lo menos de no concebir”… “Yo soy un poco más liberal. Pero creo que hay que infundir valores. Los embarazos precoces causan mucho daño, destruyen vidas, incluso del mismo niño”, añadió.

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