Fiscal hace trizas al vice y al tío
Diana Romero jueves, 12 octubre 2017 - 02:56
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El último viernes de septiembre era un furibundo Vicepresidente. Fustigaba a los poderes fácticos –entre ellos la prensa pública y privada– por involucrarlo en la trama corrupta de Odebrecht. Y acusarlo “sin pruebas”. Setenta y dos horas más tarde, la Fiscalía General pedía la prisión preventiva para el vicepresidente Jorge Glas, el hombre duro de los Sectores Estratégicos durante la última década; y para su tío, Ricardo Rivera Arauz.
Según el fiscal general, Carlos Baca Mancheno, elementos nuevos aportaron a la instrucción fiscal datos que confirmarían, “de manera inequívoca”, la sospecha de “una potencial participación” de ambos, en la compleja red de corrupción, que repartió sobornos por casi 40 millones de dólares para acceder a contratos con el Estado.
Dos elementos que Fiscalía incorporó los días previos al cierre de la instrucción fiscal fueron decisivos. Uno: la información contenida en dos CD’s de la asistencia penal de Estados Unidos. Si bien los datos estaban codificados en el contexto de una explicación global, aparecieron elementos claves. “Glory”. “Manduriacu”. “Transferencia por 150 mil”. “Tío”. “Glory” sería la empresa constituida en un paraíso fiscal (Islas Marshall) a donde llegó la transferencia bancaria desde Odebrecht. El pago buscaba “gratificar” al tío del vicepresidente Glas por su gestión para que la empresa brasileña accediera a los contratos para ejecutar varios proyectos estratégicos y emblemáticos. Entre ellos el proyecto eléctrico Manduriacu.
El segundo factor crucial: la declaración de Alfredo Alcívar, exhombre de confianza del tío de Glas, en calidad de testigo protegido, fue acompañada por la entrega de un USB con abundante documentación: correos electrónicos desde la cuenta personal de Ricardo Rivera daban cuenta de que accedía a información privilegiada del Estado.
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