Arranca la campaña electoral
Diana Romero jueves, 13 septiembre 2018 - 11:27
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En mayo de 2019 Guayaquil tendrá nuevo Alcalde. Será el segundo en lo que va del siglo y el número 148 desde José Joaquín de Olmedo. El promedio histórico de permanencia en el cargo ha sido de apenas un año con dos meses. Pero los dos últimos alcaldes batieron todos los récords: León Febres-Cordero estuvo ocho años y su sucesor Jaime Nebot completará 19. Es decir que la tercera parte de los guayaquileños, los menores de 27 años, solo recuerda a dos personas en ese cargo. El uno ya falleció, mientras que el actual, por ley, no podrá reelegirse.
De allí la expectativa nacional, no solo local, por saber quién ocupará el codiciado sillón. Y aunque las inscripciones se podrán oficializar hasta la víspera de la Navidad, la ciudad lleva ya un par de años hablando de quién será el o la sucesora. Es quizá por ello que precandidatos no han faltado en ninguna de las tiendas políticas. En la última quincena dos aspirantes con buenos resultados electorales previos lanzaron públicamente sus candidaturas: La dos veces presidenciable Cynthia Viteri y el prefecto del Guayas Jimmy Jairala. Con ellos en la arena, empezaron las apuestas.
Orígenes similares
Aunque un mito urbano dice que la Alcaldía de Guayaquil es un trampolín a Carondelet, en la práctica las estadísticas casi lo derrumban. Desde 1900 hasta nuestros días algunos lo intentaron, pero solo dos exalcaldes se convirtieron en Presidente y a ambos el poder les fue efímero. El primero fue Emilio Estrada Carmona, quien falleció tres meses después, en 1911 de un infarto.
El segundo, Abdalá Bucaram, fue derrocado por el pueblo antes de cumplir seis meses. Solo uno tomó el camino inverso: León Febres-Cordero, quien tras gobernar cuatro años y tomarse un descanso, volvió a la vida pública. A partir de 1992 fue alcalde los ocho años previos al nuevo siglo.
Lo sucedió Jaime Nebot, un abogado que llegó a la Alcaldía a los 53 años. Antes fue finalista en dos carreras presidenciales y legislador. Quizá sin proponérselo, la también abogada Cynthia Viteri sigue sus pasos. Fue dos veces presidenciable e igualmente legisladora. Y, paradójicamente, si llegara a ganar el Sillón de Olmedo, tendría los mismos 53 años al posesionarse.
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