La jueza de Garantías Penitenciarias negó el pedido presentado por la defensa de Glas tras analizar informes del servicio estatal de prisiones sobre la situación del exvicepresidente durante los más de cinco años en que permaneció en la cárcel, tras ser condenado en dos juicios por presunta corrupción.
Glas estuvo encarcelado entre 2017 y 2022 y había solicitado acogerse a la prelibertad por considerar que ya había cumplido más del 40% de la pena y otros requisitos para obtener ese beneficio.
El exvicepresidente fue condenado a seis años por un caso de "asociación ilícita", ligado al escándalo de corrupción de la constructora brasileña Oderbrecht, y a ocho años en otro juicio por cohecho, sobre financiación ilegal de su grupo político.
Glas consiguió que las dos penas sean unificadas en una sola condena y en noviembre de 2022 fue liberado tras una acción de protección (semi-libertad) acogida por un juez.
El SNAI, por su parte, anunció ayer, miércoles, que había presentado ante un juez de la provincia de Santo Domingo de los Tsáchilas una petición para que se revoquen las medidas cautelares que benefician a Glas.
El servicio penitenciario consideró que el juez que autorizó tales medias en favor de Glas en noviembre del año pasado está ahora vinculado a un caso conocido como "Metástasis", que investiga la infiltración del crimen organizado y el narcotráfico en los sistemas judicial, penitenciario y policial.
Según el SNAI, la petición para que se revoquen las medidas cautelares que le asisten a Glas obedece a que él ha incumplido la orden de presentarse todas las semanas a una cárcel en Guayaquil.
Y es que Glas se encuentra en la Embajada de México en Quito desde el pasado 17 de diciembre, poco después de que la Fiscalía pidiera a la Policía que le localizara, detuviera e inmovilizara, sin esposarlo, en el marco de una investigación de carácter reservada.
El abogado de Glas, Edison Loaiza, tras concluir la audiencia de este jueves, anunció que ha apelado el fallo de la jueza Muñoz por considerar que su sentencia es "injusta e inmotivada" y que se contrapone a una decisión de febrero pasado, cuando la misma magistrada unificó las dos condenas del exvicepresidente.
Según el letrado, Glas debió haber obtenido la prelibertad el 14 de diciembre de 2020, pero dijo que ello no ocurrió por informes contradictorios del SNAI.
Por ello, Loaiza indicó que la jueza Muñoz ha incurrido en un "error" al aplicar la normativa y emitir su fallo, ante lo que ha presentado la apelación para que el caso sea revisado por un tribunal superior.
El abogado dijo que confía en que los jueces superiores adviertan el error de la magistrada y corrijan su fallo que incluye el pedido para que Glas sea localizado y capturado.
Loaiza remarcó que su defendido ha "desistido" de volver a presentar voluntariamente ante las autoridades penitenciarias ya que, además, debe esperar el resultado de la apelación. En prisión "corre en riesgo su vida e integridad", afirmó el abogado de Glas.