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Perder ganando

jueves, 19 noviembre 2015 - 08:00
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    Al salir Occidental, Ecuador producía 535 mil barriles al día y Colombia 527 mil. Nuestra producción este mes fue de 538 mil barriles y la de Colombia sobre un millón. ¿Cuánto pesó el caso?

    En Ecuador hay petróleo “pero el problema no ocurre bajo el suelo, sino encima de él” (New York Times). En 2006, el gobierno de Alfredo Palacio decidió terminar el contrato con Occidental Petroleum en el bloque 15 y asumir la administración del mismo por cuanto dicha empresa había transferido 40 por ciento de las acciones a la petrolera canadiense Encana sin la autorización de Ecuador. En su defensa Oxy afirmó que no era una transferencia sino un “Farm out agreement”, mediante el cual Encana anunciaba la intención de comprar ese 40 por ciento y facilitaba una suerte de préstamo para inversiones de Oxy a cambio de petróleo.

    Tras la caducidad, Occidental inició un arbitraje, exigiendo más de tres mil millones de dólares en compensación. Según Occidental había invertido 900 millones de dólares en desarrollar el campo. Ocho años después, en un laudo inapelable, Occidental debe recibir una compensación de 1.061 millones de dólares y el pago de intereses y costas procesales. Desde el punto de vista del actual gobierno y del presidente que dispuso la caducidad, Alfredo Palacio, Ecuador ganó. Es muy cierto que gracias a una buena defensa de los abogados de Estado, se ha logrado reducir a un tercio el pago. También en estos años de administrar el campo petrolero, el país ha recibido unos 17 mil millones de dólares (Diario El Comercio), lo que hace pensar a primera vista que la caducidad fue un “buen negocio”. No obstante, un análisis más profundo determina que ganando hemos perdido.

    La salida abrupta de Occidental confirmó la fragilidad del estado de derecho y la poca seguridad para realizar inversiones en Ecuador. No es casualidad que en la época de mayor bonanza petrolera, hayan fracasado varias rondas convocadas por Ecuador para nuevas inversiones. Mientras tanto Colombia –a pesar de su conflicto– pudo aumentar su producción petrolera de 527.000 mil barriles diarios en 2006 a 1.009.000 en 2015, con una importante participación de Occidental. Ecuador en 2006 producía un poquito más que Colombia, 535.000 y en noviembre de 2015 su tasa es de 538.000 barriles. No hemos crecido en nueve años. Pero además, el pedido de arbitraje de Occidental fue seguido por otras empresas, como Perenco y Burlington, insatisfechas con la decisión del gobierno del presidente Correa de cambiar los contratos. Sobre nuestras cabezas penden arbitrajes por más de 6.700 millones de dólares. Pueda que como en el caso de Oxy por una buena defensa legal tengamos rebajas, pero igual habrá que pagar. Y no tenemos ahorros ni provisiones para hacerlo.

    Y no solo eso, nuestro opaco sistema de derecho es uno de los factores gravitantes para que a la hora de solicitar préstamos extranjeros –que hacen falta cuando ocurre una crisis– las tasas de interés por los créditos sean más altas que por ejemplo, las que han logrado nuestros países vecinos. Ecuador colocó 700 millones de dólares en bonos en marzo de este año a 10.5 por ciento, mientras 2014 Colombia colocó 1.000 millones a 4.8 por ciento. La diferencia: el riesgo país, la forma de manejar los contratos y el endeble sistema de derecho que tenemos son determinantes para este factor. Perdimos ganando.

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