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Decisión

jueves, 19 noviembre 2015 - 07:59
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    Lo único que puede despejar el panorama es la certeza de que no habrá reelección presidencial consecutiva de por vida.

    La vinculación inseparable del modelo económico con el modelo político de Alianza PAIS indican que la única forma de superar la contracción económica es con una decisión que sacuda el tablero político.

    El problema económico fundamental radica en la desconfianza que ahuyenta el ingreso de dólares a una economía que, siendo dolarizada y estando la divisa revalorizada, debería estar atrayendo los dólares que en estampida salen de los países de la región que devalúan sus monedas. El peligro real para la economía ecuatoriana es que el proceso de desinfle de los depósitos del sector privado se agrave ante un ensombrecimiento del panorama político a futuro. Lo único que puede despejar ese panorama es la certeza de que no habrá reelección presidencial consecutiva de por vida.

    Hay dos formas de alcanzar esa certeza. Que el presidente Rafael Correa lo anuncie como una regalía o concesión graciosa después de que la Asamblea apruebe el paquete de enmiendas, y que renuncie a su postulación inmediata reservándose para una candidatura posterior saltando el próximo período. Pero esto deja una zona gris de incertidumbre porque él podría cambiar de opinión antes de que termine la inscripción de candidaturas. Y la otra es que la Asamblea apruebe las reelecciones indefinidas por un sola vez consecutiva y luego saltando un período, en cuyo caso queda grabado con fuerza vinculante que el presidente Rafael Correa sólo podrá volver a candidatizarse a partir de 2021 y después saltando un período.

    Económicamente el efecto de la certeza será una economía que cierra los caliches por donde se vienen desparramando hacia el exterior los dólares que necesita para apuntalarse. Políticamente el tablero saltará para oposición y gobierno. El mayor sacudón será en la oposición porque si la norma también se aplica para alcaldes, prefectos y asambleístas queda claro que Jaime Nebot no podrá optar por una nueva reelección. Esto resulta fundamental porque en su calidad de gran elector de casi un tercio del electorado nacional podría cambiar la posición mantenida en las dos reelecciones consecutivas de Rafael Correa. Esta postura ha sido la de no apoyar a ningún candidato presidencial, lo cual ha permitido que con el voto cruzado Correa presidente/Nebot alcalde ambos cosechen los votos de Guayaquil. Si Correa deja de ser candidato y él no puede reelegirse ya no cabría el voto cruzado a menos que no se permita la reelección consecutiva solo para presidente. Pero si no es así tendría que repensar ineludiblemente su posición de no lanzarse para presidente ni tampoco apoyar a ningún candidato. Obviamente que en estas circunstancias queda descartada la posibilidad de un candidato único de centro derecha porque la izquierda en cualquier escenario presentará candidato.

    De esta manera, de relancina sin querer queriendo, Correa podría afectar a Guillermo Lasso que hasta el momento es el único precandidato de oposición con un trabajo sostenido.

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