Aparentemente se mantendrá el modelo económico de preponderancia estatal sobre la base del superdólar.
Los hechos son los que hablan, aparentemente se mantendrá el modelo económico de preponderancia estatal sobre la base del superdólar. Como es una apuesta se continuará perifoneando el lamento de no poder devaluar frente al dólar, cosa que están haciendo para su desdicha todos los países no dolarizados. Como es apuesta requiere aprobar la reelección indefinida para ser utilizada por Correa el 2021. De 2017 a 2021 Lenín Moreno, Guillermo Lasso o Jorge Glas verán cómo se arreglan.
La decisión económica fue anunciada el 10 de septiembre en el auditorio del Ministerio de Obras Públicas por el ministro de finanzas a simpatizantes de Alianza PAIS. Mientras en la sabatina se sigue cachorreando y la oposición por cálculo electoral no precisa como piensa cambiar el modelo correísta porque teme anunciar algo contraproducente por efecto de prejuicios acumulados durante años, pues cuando se les pregunta proponen eliminar las sabatinas que son un grano de arena en el Sahara económico.
El anuncio que levantó al auditorio en pie fue mantener a cualquier costo la dolarización, y ese es el problema de fondo. Pues se lo va a hacer con una dolarización reprimida, porque como el Estado sólo produce el petróleo que le regala la Pachamama un aprovechamiento dinámico del superdólar viraría la tortilla del modelo regresando a la preponderancia del sector productivo privado. La represión consiste en mantener las sobretasas arancelarias y el impuesto a la salida de divisas con el cuento de que evitan la fuga de divisas, pero no dicen que ambas impiden la entrada de dólares del sector privado que dinamizarían la economía. Y continuando con la política tributaria del gran chanchero también habría un alza en las tasas de interés para atraer dólares a los bancos, pero no se dice que la tasa activa de créditos es otro impuesto al sector productivo que este lo traslada a los consumidores, igual que las sobretasas y la salida de divisas, porque el gran chanchero se lleva una cuarta parte de la renta que perciben los bancos. Otro gran anuncio fue la reducción del subsidio a los combustibles cuando actualmente ya ha bajado en dos tercios gracias al superdólar y al derrumbe del crudo y sus derivados. Lo que hay que hacer es sincerar esos precios para siempre. De otro lado se advierte recortes en inversiones que hacen prever que la famosa alianza público privada es pura paja. También rebajar asignaciones a los buenos muchachos de municipios y prefecturas cuando en la práctica se dispone de ese dinero depositado en la reserva de libre disponibilidad del Banco Central, quien puede usarlo igual que antes la partidocracia hacía con la plata de la junta de defensa nacional si no alcanzaba para pagar sueldos.
En todo caso es la apuesta. Pero económicamente podría funcionar hasta 2017, difícilmente hasta 2021. Entonces un buen presidente puede revertirla haciendo innecesario el regreso del salvador de la patria. Otra apuesta.
