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Ensayos que dejan huella

viernes, 17 julio 2015 - 08:41
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    Escribir un buen ensayo no solo requiere inspiración. Es el resultado de la práctica constante y de docentes que proporcionan espacios para su elaboración, edición y corrección.

    “Mientras me visto cada mañana para la escuela, me deslizo en mi chaqueta, me ajusto mis “Oxfords” de cuero, y tomo un par de gafas que hacen juego con mi traje. Apenas a una cuadra de mi casa, la escuela secundaria de mi barrio se encuentra a dos minutos de caminata a la izquierda. Sin embargo, me dirijo a la derecha y comienzo mi largo viaje de una hora a la escuela preparatoria San Pedro. En mi camino a la parada de autobús, siempre me encuentro con mis amigos de la infancia mientras avanzamos en diferentes direcciones. Me pregunto, “¿Por qué es mi vida tan diferente de la suya? ¿Piensan que soy pretencioso por ir a una escuela preparatoria? “Yo no vivo en una ciudad distópica donde los disparos se apagan todos los días. Sin embargo, a muchos de mis amigos no les interesa la escuela y consumen alcohol, drogas o sexo para escapar de sus realidades socioeconómicas; la mayoría de mi pueblo es de bajos ingresos y de raza latina” (traducción).

    Esta es la introducción de un ensayo escrito por Jon Carlo Domínguez, estudiante de 18 años del colegio St. Peters en Nueva Jersey, Estados Unidos, como parte de su aplicación a la Universidad y publicado en el New York Times. Jon Carlo es hijo de una migrante ecuatoriana, que a pesar de sus limitaciones socio-económicas, ha aprovechado sus oportunidades para desarrollarse académica y personalmente. El ensayo es uno de los requisitos que muchas universidades solicitan como parte de su proceso de postulación. Funcionarios de admisión explican que estos les permiten conocer cómo los postulantes piensan, sienten, y cuál es su habilidad para expresarse por escrito. Escribir un buen ensayo no radica solamente en la inspiración, sino es el resultado de la práctica constante y de instituciones y docentes que proporcionan espacios para su elaboración, edición y corrección.

    Recomendaciones para escribir un buen ensayo

    1. Lea detenidamente el tema del ensayo o la pregunta que debe de contestar. Cuidado termina escribiendo un gran ensayo, pero que no contesta lo que se le pregunta.

    2. Antes de empezar a escribir, empiece con una lluvia de ideas, luego tome la mejor y desarróllela. Generalmente la primera idea que se nos ocurre es la más común, pero si nos damos un poco más de tiempo para pensar, podemos encontrar algún aspecto muy interesante para compartir.

    3. Sea usted mismo. A veces las personas preguntan, ¿qué quieren oír las universidades? Ante esto, la respuesta es: “sea usted mismo”. Si le preguntan sobre algún hecho que ha influenciado en su vida, piense realmente en esa experiencia que lo ha tocado, y desarrolle sus ideas.

    4. Cuide que el ensayo permita una lectura fluida que atraiga al lector. Si el ensayo es de difícil lectura, probablemente el funcionario de admisión lo dejará de leer y esto afectará su aplicación.

    5. Recuerde que el ensayo es resultado de un proceso. Escriba el ensayo, léalo, déjelo, y haga lo mismo dos días después y trate de mejorarlo. Al hacerlo, descubrirá ciertos detalles que había omitido o recordará situaciones claves para enriquecerlo.

    Espero que estas recomendaciones contribuyan a redactar un mejor ensayo. El escrito de Jon Carlo, conjugado con su estupendo desempeño académico, seguramente fue uno de los ingredientes que convencieron a la prestigiosa Universidad de Columbia para aceptarlo.

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