Cuando la chef Alejandra Espinoza llegó a EEUU para seguir desarrollando su carrera, luego de varios años en Europa, ya tenía entre 'ceja y ceja' la idea de internacionalizar la gastronomía ecuatoriana. Cuando pedía opinión de amigos y familia, la respuesta era: “no sabemos si va a funcionar”.
Sin perder de vista su sueño, empezó a trabajar como chef independiente, a la que contrataban clientes corporativos a través de la plataforma Dinner Lab. Y sin las presiones que recibió en Francia, donde se limitaba a obedecer al chef principal, decidió aprovechar la oportunidad para adaptar la cocina ecuatoriana al paladar internacional.
Espinoza recuerda una de esas experiencias: “tenía que preparar siete cenas en diferentes ciudades -Seattle, New Orleans, New York...-, eran entre 250 y 300 personas cada noche; les presenté un ceviche con chulpi, un corviche, empezaba hablando sobre la riqueza del Ecuador, y les encantó”.
La chef se alegra de su testarudez. Hubiera querido decirles, en ese momento, a sus amigos y familiares: “Ven que sí funcionó”. Una sensación que la siguió impulsando en su proyecto de vida.
Un proyecto que recibió en enero pasado el reconocimiento de ONU Turismo, que la designó durante la Feria Internacional de Turismo (Fitur) en Madrid, como Embajadora Especial para el Turismo Gastronómico. El vocero, Zurab Pololikashvili, describió su trabajo como “un testimonio de la riqueza cultural que ofrece Ecuador”.
Meses antes, Pololikashvili había visitado Ecuador. Acudió a varios restaurantes para entender su aporte. Cuando llegó a ‘Somos’, creado por Espinoza hace cinco años, “le ofrecí una visión de cómo quiero llevar el Ecuador al mundo; le coloqué al país sobre la mesa y le expliqué mi trabajo”.
“Tenía miedo; me decían que no iba a funcionar”
Tras graduarse en el 2011 en el Institut Paul Bocuse de París, trabajar en Francia y EEUU (San Francisco), regresó al Ecuador con la idea de abrir restaurante propio. En abril del 2019, invirtiendo todos sus ahorros, inauguró ‘Somos’ en Quito; y nuevamente se enfrentó a las voces que la rodeaban: “tenía miedo, todo el ecosistema me decía que no iba a funcionar”. Se equivocaron.
Un equipo de 42 personas, lideradas por la chef, trabajan en tres conceptos: el restaurante ‘Somos’; la Guaguasería -un espacio más casual que ofrece un concepto de pizza ecuatoriana a base de masa madre y yuca fermentada, en forma de guagua de pan y con ‘toppings’ de distintas regiones-; y Somos Chocolate, una línea de snacks saludables a base de cacao fino de aroma.
Desde ‘Somos’, Espinoza sigue trabajando con la misma visión: “amamos nuestra gastronomía, pero tenemos que crear un producto que sea exportable y que represente al país”.
Ahora, como Embajadora para el Turismo Gastronómico, empuja tres proyectos con el mismo fin. La creación de un repertorio de platos ecuatorianos que se puedan exportar; la construcción de un mapa gastronómico del Ecuador que integre recetas de cada región; y la publicación de un libro que recoja esa gastronomía insignia, replicable por cualquier persona sin importar donde viva.
Este mes, dará otro paso hacia su propósito: abrirá en Miami una versión temporal de ‘Somos’. “Mi mayor temor –asegura, luego de una pausa- (...) tengo dos hijos, quiero equilibrar mi vida de forma que no me sienta culpable en algún punto; quiero aportar a mi país, pero sin perder a la familia”.