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Así se intentó revertir la condena de 34 años de prisión contra la madre asesina de Pifo

miércoles, 23 marzo 2022 - 15:23
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Lissa María C. sí fue la responsable del asesinato de sus dos hijos, de 5 y 9 años, tal como lo demostró Fiscalía en primera instancia. Así lo ratificó la Sala de lo Penal de la Corte Provincial de Justicia de Pichincha.

La muerte de los dos niños ocurrió, aproximadamente, a las 20:00 del 27 de octubre de 2020 en la parroquia Pifo, nororiente de Quito.

Sus cuerpos fueron levantados por agentes de la Policía Nacional, la madrugada del día siguiente, luego de que los vecinos del inmueble alertaran que la madre de los pequeños agonizaba en el piso del departamento en que residían.

Ella también ingirió una sustancia tóxica que, de no ser por la atención médica que recibió, también le habría quitado la vida.

La Sala Penal desechó el recurso de apelación interpuesto por la procesada y ordenó que cumpla la sentencia condenatoria de treinta y cuatro años y ocho meses de prisión, emitida en su contra por un Tribunal de Garantías Penales en agosto de 2021.

La defensa de Lissa María C. pretendió revertir el fallo, intentando convencer a los jueces que la sentencia de primera instancia carecía de motivación por una insuficiencia probatoria, argumentando que "no existe sustento jurídico que determine el cometimiento del delito ni la responsabilidad de su defendida en el mismo".

Sin embargo, la fiscal de la Unidad de Personas y Garantías No. 6, Elba Garzón, defendió –nuevamente– la prueba presentada en la audiencia de juicio con la que se probó, por segunda ocasión, que Lissa María C. fue quien acabó con la vida de sus hijos.

La fiscal volvió a mencionar las conclusiones de la médica legal y de la perito histopatóloga, quienes señalaron que la muerte de los infantes fue violenta homicida, causada por un edema pulmonar por hipoxia o asfixia, derivada de la ingesta de una sustancia.

También citó una pericia de audio, video y afines, que contenía información de una conversación que la procesada mantuvo por chat con su expareja y padre de los niños. En el diálogo, ella le amenazaba con quitarse la vida y llevarse consigo a las víctimas.

Con base en los argumentos planteados por Fiscalía, la Sala resolvió –por unanimidad– ratificar la sentencia condenatoria en todos sus términos, rechazando el recurso de apelación, por encontrar bien motivado el fallo del Tribunal de Garantías Penales, señalando que “[...] no existe ninguna duda de que los menores murieron por causas violentas homicidas; en el informe toxicológico da cuenta de que en el vómito se encontraron plaguicidas, esto es por haber ingerido sustancias que en un primer momento no se determinaron [...]”.

Otro asesinato

En el mismo domicilio, la Policía encontró un tercer cadáver: el de Jaime Geovanny Y., a quien su familia reportó como desaparecido.

Según la investigación, Lissa María C. habría llamado a familiares para decirles que el occiso estaba secuestrado y que los captores requerían 8.000 dólares.

Pero los restos del hombre, de 28 años, fueron encontrados bajo una capa de cemento en una lavandería, envuelto en una cobija y en estado de descomposición.

El informe forense reveló que el hombre había muerto por una asfixia por sofocación por compresión del tórax.

Además, se detectó que el occiso habría estado bajo los efectos de algunas sustancia que no le permitió defenderse de su atacante.

Por estos hechos, Lissa María C. enfrenta otro proceso y está llamada a juicio, también por el delito de asesinato de quien habría sido su expareja sentimental.

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